terça-feira, 23 de fevereiro de 2010

Poesia Chilena: Pablo Neruda

Pablo Neruda

Nascido el 12 de julio de 1904 en Parral, Chile, su infancia transcurrió en Temuco. Pasó su adolescencia y juventud en Santiago, donde residió de 1921 a 1927. Viajó como representante cultural por Birmania, Ceilán y otros países de Asia, hasta llegar a Barcelona, y´más tarde a Madrid, donde fundó la revista "Caball Verde para la Poesía". A partir de 1941 representó a su país en México y posteriormente regresó a Chile. Fue elegido senador en 1945. Forzado luego a la vida clandestina, visitó vários países europeus, la Unión Soviética y China. En 1970 renució a la candidatura para la presidencia de Chile en favor de la de Salvador Allende. Tras la victoria de al Unidad Popular, fue nombrado embajador en Paríe. Obtuvo en 1971 el Premio Nobel de Literatura. Falleció en Santiago de Chile en 1973, a los pocos días del golpe militar del general Pinochet.

Na 167° edição do programa radiofônico ALACAZUM PALAVRAS PARA ENTRETER que foi ao ar no dia 21 de fevereiro de 2010, transmissão pela Rádio Clube de Valença 650 KHZ AM apreciamos o poema n° 04 de Pablo Neruda.

Es la mañana llena de tempestad

en el corazón del verano.

Como pañuelos blancos de adiós viajan las nubes,

el viento las sacude con sus viajeras manos.

Innumerable corazón del viento

latiendo sobre nuestro silencio enamorado.

Zumbando entre los árboles, orquestral y divino

como una lengua llena de guerras y de cantos.

Viento que lleva en rápido robo la hojarasca

y desvia las flechas latientes de los pájaros.

Viento que la derriba en ola sin espuma

y sustancia sin peso, y fuegos inclinados.

Se rompe y se sumerge su volumen de besos

combatido en la puerta del viento del verano.

POEMA N° 04 de Pablo Neruda traduzido do espanhol para o português por Celeste Martinez e lido nesta edição radiofônica:

És a manhã cheia de tempestade

no coração do verão.

como lenços brancos de adeus

viajam as nuvens.

o vento as sacode com sua viajeiras mãos

inumerável coração do vento batendo sobre nosso silêncio enamorado.

Zumbindo entre as árvores, orquestral e divino como uma língua cheia de guerras e de cantos.

Vento que leva em rápido rouba a ventania e desvia as flechas latentes dos pássaros.

Vento que as derruba em ondas sem espuma e substância sem peso e foges inclinados.

Se rasga e se submerge seu volume de beijo combatido na porta do vento de verão.

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