quinta-feira, 16 de setembro de 2010

En busca de la lengua precisa

Esta é uma reportagem que tenho a honra de apresentar aos amigos, retirada da revista Ñ do Clarín, a pessoa citada: María Marta García Negroni tive a honra de conhecer quando estive na Faculdade de Filosofia e Letras da Universidade de Buenos Aires- Argentina.

María Marta García Negroni presenta aquí una nueva edición de su manual "Escribir en español", para expertos y para lectores no especializados.

Por: Carolina Tosi

Ezra Pound sostenía que los buenos escritores eran aquellos que conservaban la eficiencia del lenguaje y construían un discurso preciso, claro y legible. Sin dudas, este principio puede extenderse y aplicarse a los autores de cualquier tipo de texto, sea ficcional o no. En efecto, para lograr una adecuada expresión en lengua escrita en las diferentes manifestaciones de la comunicación humana es necesario ofrecer claridad y precisión. Pero, como es sabido, esta no es una tarea para nada sencilla, y los problemas de redacción pueden aparecer en diferentes niveles, ya sea asociados a cuestiones normativas y gramaticales, ya sea relacionados con la organización global del texto ­relativa a su coherencia, cohesión y adecuación­. En este sentido, los materiales de consulta, como los diccionarios, las gramáticas y los manuales de estilo, son los aliados incondicionales para quienes, expertos o no en la redacción de textos, aspiran a una expresión más apropiada. Pero además, en la actualidad, la consulta de estos materiales resulta imprescindible, a raíz de las diferentes actualizaciones que se han producido en los últimos años en la gramática y la normativa de la lengua.

En este contexto, Escribir en español. Claves para una corrección de estilo , el reciente manual de estilo escrito por María Marta García Negroni, que se presenta el miércoles 22 a las 18.30 en el Instituto de Lingüística de la Facultad de Filosofía y Letras (UBA), 25 de Mayo 217, es una obra de consulta necesaria y fundamental por diferentes razones. Por un lado, exhibe los diversos aspectos normativos que rigen el uso de la lengua escrita atendiendo a las últimas normativas de las Academias Americanas de la Lengua y de la Real Academia Española.

Por otro lado, la gramática presentada no se reduce a un listado de normas prescriptivas que se deben cumplir automáticamente, sino que, por el contrario, García Negroni se ocupa de poner en evidencia el sistema de las regularidades lingüísticas con el objetivo de que los lectores reflexionen sobre las recomendaciones normativas que las sostienen. Según la autora, Escribir en español pretende asistir a los lectores en la búsqueda y el reconocimiento de las múltiples posibilidades expresivas de que disponen y de ofrecerles claves para una corrección de estilo, teniendo en cuenta que no existe una única versión "correcta" de un texto.

La primera parte del libro presenta aspectos relacionados con la ortografía. Allí, se explican las reglas de ortografía y de acentuación, el uso lingüístico y no lingüístico de los signos de puntuación, las letras mayúsculas, minúsculas y las tipografías especiales. Por ejemplo, se exponen las palabras con doble acentuación como "cardiaco/cardíaco" o "elite/élite" y se explica la ortografía de ciertos parónimos que suelen traer confusiones, como las formas "porque", "por qué", "porqué" y "por que". En los capítulos que siguen, se describen las diferentes clases de palabras en forma detallada y se incluyen explicaciones sobre su empleo. La última parte, que puede considerarse la más innovadora, trata cuestiones de léxico (impropiedades, faltas de precisión, combinaciones contradictorias, neologismos innecesarios, problemas de registro, vulgarismos).

Por ejemplo, se exponen las formas extranjerizantes que tienen que ser evitadas debido a que existen palabras en español con similar significado, como "solicitar una beca" en vez de "aplicar una beca", o "archivo adjunto" en lugar de "attachment". Además, se incluyen listas de siglas, abreviaturas, extranjerismos aceptados (como el uso de marketing o de software o de sex-appeal), neologismos por acortamientos (como "depre" o "narco"), préstamos (como "emoticón" o "muyahidín"), y latinismos de uso frecuente, etc.

Finalmente, en el último capítulo, se desarrollan aspectos relacionados con la presentación de textos científico-académicos. Allí, se aborda la incorporación de citas y su valor argumentativo, así como las formas de incluir la bibliografía y demás elementos paratextuales.

Es así como, desde una perspectiva abierta y renovada, García Negroni plantea el placer por el uso de la lengua y logra abrir el juego a todos aquellos que buscan mejorar su escritura. En esta entrevista habla acerca de ello y, además, de la importancia del español en la actualidad.

-¿Para quiénes está destinado "Escribir en español"?
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-Está pensado para todos aquellos que estén interesados en el uso cuidado de la lengua escrita. El manual puede ser utilizado tanto por expertos como por lectores no especializados, ya que ofrece herramientas que facilitan su consulta. Por un lado, en las entradas del índice analítico, aparecen las categorías gramaticales tratadas en el texto, pero también palabras, giros o expresiones que remiten a esas categorías, lo cual permite una búsqueda ágil y los temas pueden ser fácilmente localizables. Por otro lado, cada capítulo se cierra con actividades para ejercitar los distintos temas abordados (con sus respectivas respuestas) y con bibliografía complementaria.

Por estas particularidades, considero que si bien el manual tiene como lectores privilegiados a correctores y editores (de hecho yo me desempeño como profesora titular de la cátedra de Corrección de Estilo de la Facultad de Filosofía y Letras), también puede resultar una herramienta eficaz y útil para periodistas, docentes de todos los niveles, traductores, estudiantes de grado y posgrado que busquen resolver dudas y mejorar su expresión escrita así como para estudiantes de español como segunda lengua.

-Ultimamente ha crecido la tendencia a aprender español como lengua extranjera. ¿Cuál cree que ha sido la razón?
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El español es, después del chino mandarín, la lengua más hablada del mundo por la cantidad de hablantes que la tienen como lengua materna (algo más de 400 millones de personas). Se afirma que existen además alrededor de 23 millones de hablantes no nativos de español. En este sentido, puede sostenerse que el español constituye una lengua en expansión. Probablemente, una de las motivaciones para el estudio del español como segunda lengua en países como Estados Unidos se relacione con la cantidad de habitantes de origen hispano y con la posibilidad para los hispanos bilingües de acceder a puestos de trabajo con salarios más altos. Por otra parte, el hecho de que el español sea la tercera lengua en Internet (con la posibilidad que ella ofrece de participación en redes sociales, por ejemplo) también contribuye a aumentar el interés que despierta nuestra lengua en el mundo.

-¿Cuál es el valor del español como idioma vehicular?
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-En realidad, el inglés es desde hace ya mucho tiempo, tanto por motivos socioeconómicos como políticos, la lengua vehicular o lengua franca utilizada para la comunicación entre hablantes multilingües. Sin embargo, y dada la importante posición en el mundo del español (por la cantidad de hablantes nativos y de hablantes que lo tienen como segunda lengua), resulta esperable que pueda constituirse en poco tiempo en idioma vehicular en las relaciones internacionales y en particular en las relaciones empresariales y culturales. De todos modos, y tal como se suele afirmar, el valor económico del español, que se relaciona precisamente con esta última posibilidad, dependerá del prestigio social y económico que la lengua adquiera sobre todo en Estados Unidos.

-¿Cuáles serían las tres claves para lograr una adecuada expresión en la lengua escrita?
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-Para escribir, no sólo es necesario tener buenas ideas o una historia atractiva o interesante para contar. Es deseable además que la prosa con la que exponemos esas ideas o contamos esa historia sea clara, precisa y evocadora. Clara, para evitar ambigüedades en las que el lector quede perdido y le impidan seguir con facilidad el hilo del texto. Precisa, porque los estiramientos y las faltas de justeza o de exactitud en el empleo de los términos atentan contra el interés que el texto puede despertar.

Evocadora, porque en las palabras que utilizamos deben resonar los ecos de los discursos en los que antes ellas vivieron.

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